Inspirada en la magia silvestre, nuestro collar de perlas cultivadas captura la esencia orgánica de brotes tiernos, frutos jugosos y hojas danzantes al viento. Una joya que rinde homenaje a la naturaleza en su estado más puro.
Evoca el jardín eterno de los tapices medievales del Claustro Metropolitano, donde racimos de flores y bayas permanecen frescos perpetuamente, desafiando el paso de las estaciones con su encanto atemporal.
Detalles esenciales
- Aleación de bronce antiguo
- Acabado artesanal con pátina envejecida
- Perlas cultivadas de río (8-9mm)
- Longitud ajustable 40cm + extensión de 5cm
- Cierre seguro tipo garra de langosta
- Mantenimiento fácil: limpieza con paño húmedo y secado suave
- Diseñado en EE.UU. con materiales internacionales