Inspiradas en la magia de los elementos naturales, estos exquisitos pendientes con perlas cultivadas de agua dulce encapsulan la delicadeza orgánica de tallos silvestres, frutos maduros y hojas que susurran secretos botánicos.
Evocan el jardín perpetuo de los famosos tapices medievales del unicornio, donde la naturaleza florece en eterna armonía, resistiendo al paso de las estaciones en las colecciones de The Met Cloisters.